El piloto alemán hizo unos spots publicitarios para una firma petrolera que se distinguen tanto por su originalidad como por el asombro que provoca en sus ocasionales coprotagonistas. Los clientes todavía deben seguir sin creer lo que les pasó. El tema es que cada una de las personas que va a cargar combustible o ingresa al shop de la estación de servicio no se imagina que en algún momento se le aparecerá el mejor piloto de Fórmula Uno de todos los tiempos.
Contador Beijing 2008
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miércoles, 22 de noviembre de 2006
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