¡Que viva España!

Grito de furia, de desahogo, así fue el festejo del título español de ayer. El Niño Torres marcó la diferencia española y le dió a España su segundo título internacional, el que no festejaba hacía varias décadas. La victoria es merecida, España fue el mejor de la Copa, no creo que haya dado ningún paso en falso y su juego fue fantástico. Al parecer, Holanda, el mejor de la fase de grupos, se quedo corta e Italia, campeona del mundo, se desinfló. Alemania en tanto, festejó su segundo lugar. Lo más contrastado de la Euro fue que los dos organizadores, Austria y Suiza, que lamentable pero merecidamente quedarón eliminados en la primera fase.